martes, 24 de junio de 2014

METALES CONTAMINARIAN AGUAS DEL RIO CHIRINOS

Lo cierto es que después de análisis realizados por el centro de salud Huarango Disa y Digesa lima, se ha encontrado que de las pruebas a las aguas que se hicieron el 22 de abril, los metales que sobre pasan los límites máximos permisibles son: hierro, aluminio, antimonio y selenio:

1. ALUMINIO: es un metal planeado que se conoce por su alta conductividad eléctrica y térmica lo mismo que por su gran efectividad, el aluminio es anfótero y puede reaccionar con ácidos para formar sales solubles con desprendimiento de hidrogeno

2. HIERRO: el hierro es un metal extraordinario común y se encuentra en grandes cantidades en suelos y rocas aunque en forma insoluble, sin embargo a un numero de complejas reacciones que se suceden de forma natural en el suelo se puede formar solubles de hierro que pueden contaminar cualquier agua que lo atraviesa.

3. ANTIMONIO: las estimaciones sobre la abundancia antimonio en la corteza terrestre va desde 0.2 a 0.5 pm, el antimonio es calofilo. el riesgo principal es la intoxicación

4. SELENIO: el consumo crónico en exceso de selenio puede provocar efectos indeseables en la salud humana, la selenosis una de las consecuencias del exceso y, aunque la dosis crónica no está definida bien, existe evidencias de que el selenio puede acumularse en los tejidos. corporales de los organismos y puede ser transportada en la cadena alimenticia hacia niveles superiores. normalmente esta biomagnificacion de selenio comienza cuando los animales higieren mucha plantas que han estado absorbiendo enormes cantidades de selenio, antes de la ingestión, debido a la irrigación las concentraciones de selenio en la escorrentía tienden a ser muy altas en organismos acuáticos en muchas zonas. cuando los animales absorben o acumulan concentraciones de selenio extremadamente grandes, puede causar fallo reproductivo y defectos de nacimiento.

Esto hace presumir que los metales utilizados por la empresa minera “águila dorada “serian el causante de la contaminación de las aguas del rio chirinos, la que provoca la muerte masiva de peces en las comunidades Awajun

Las comunidades nativas AWAJUN del Supayaku y Naranjos, consideran que la presencia del proyecto minero “ÁGUILA DORADA” es una amenaza para nuestra existencia porque está contaminando el agua y destruye la naturaleza, además de poner en peligro la seguridad alimentaria como son los animales silvestres y peces.
Modifica nuestra identidad cultural y no garantiza la permanencia de una generación indígena en la provincia de san Ignacio, si no tenemos naturaleza nos consideramos pueblos indígenas sin vida y por tanto a ser sentenciados y exterminados

Basta ya de indiferencias, vivimos en un mismo planeta, tenemos que cuidar nuestras naturaleza, es por ello que pedimos solidaridad con nuestras familias y hermanos caídos en la lucha justa por defender nuestra madre tierra.

domingo, 1 de junio de 2014

Bagua: cinco años

El 5 de junio de 2009 nuestro país vivió uno de los sucesos más dolorosos de su historia reciente. Aquel día 33 peruanos fallecieron y un policía desapareció como producto del conflicto social más grave que el Perú ha tenido en la última década. Un hecho que, un lustro luego de ocurrido, merece nuestra más absoluta condena y nos enfrenta a retos pendientes que debieran ser asumidos por la sociedad peruana.
Recordemos: el conflicto tuvo su origen en la promulgación de un paquete de decretos legislativos durante el segundo gobierno del presidente García. Ellos obedecían al intento de adecuar la legislación peruana al Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Ahora bien, algunas de las normas dictadas por el Poder Ejecutivo afectaban directamente a las comunidades nativas y pueblos indígenas, y se relacionaban con la toma final de decisiones sobre recursos ambientales. Ninguna de esas disposiciones fue consultada con nuestros hermanos amazónicos.
No sólo eso, el entonces presidente se amparó, para justificar la dación de estos decretos, en una serie de artículos periodísticos bajo el título de “El Perro del Hortelano”. En ellos la inversión privada era sacralizada y se indicaba que cualquier persona que presentara objeciones a la misma, debiera ser visto casi como un enemigo del país. Los pueblos indígenas eran concebidos como comunidades ciudadanas de segunda categoría que se hallaban manipuladas por grupos izquierdistas transnacionales que influían inadecuadamente en su pensamiento.
Para agravar más aún la situación, se montó un operativo policial que fue diseñado de la peor manera. Renunciando al diálogo, el Estado se olvidó de buscar consensos y acuerdos para así lograr fortaleza y legitimidad en la decisión adoptada. No podemos, de otra parte, dejar de mencionar la inusitada violencia con la que respondieron los nativos frente a la policía, lo cual condujo al asesinato de miembros de la fuerza de orden y de civiles, actos que, evidentemente, deben ser sancionados.
Actualmente se ha iniciado un juicio que comprende solo lo ocurrido en la denominada “Curva del Diablo”, juicio que requiere de todas las garantías para un debido proceso. Lo señalado implica, entre otras cosas, el adecuado uso de intérpretes y traductores para una adecuada comprensión del modo de ser y de actuar de nuestros pueblos amazónicos sin que ello implique, claro está, una justificación de hechos sancionados por la Ley ni la consagración del mito del “buen salvaje”. Se requiere también que avancen los demás procesos, entre otros aquellos que juzgan el asesinato de policías en la Estación 6, la muerte de mestizos y nativos en Bagua, así como la desaparición del mayor Felipe Bazán.
Ahora bien, las tareas pendientes, a un lustro de esos hechos, exceden lo judicial. Si bien es cierto que este gobierno ha promulgado una Ley de Consulta Previa, también resulta claro que su implementación viene avanzando con relativa lentitud y no goza de los favores de un importante sector del empresariado. En una triste secuela del discurso del “Perro del Hortelano”, el gerente de una conocida empresa minera ha señalado que “cualquiera que se pone una pluma ya tiene derecho a ser consultado”, evidenciando así el menosprecio que un sector de peruanos tiene hacia el resto de sus compatriotas y el pobre entendimiento sobre la consulta previa como un derecho fundamental de los integrantes de los pueblos indígenas.
Finamente, si bien es verdad que el actual presidente ha visitado en repetidas oportunidades las regiones amazónicas, no parece tener, sin embargo, una política especial para la selva, ni en su gobierno se han ejecutado medidas importantes para garantizar los derechos de las comunidades nativas. Un gobernante que dice tener como principal bandera la inclusión social debiera mirar con mayor atención a una región del país tradicionalmente postergada e incomprendida desde la capital de la República.

Diario La República 01.06.14